Hoy después de leer estas palabras de mí Master Choa Kok Sui, de haberme encontrado con mi pedacito de almita interior, de haber meditado en Paz, de haber encontrado Amor, palabras de aliento, generosidad, comprensión y guía de mi Maestro, y con lágrimas saliendo de mis ojos deslizándose por mis mejillas, me siento muy afortunada y feliz, con mucha calma interior y con más fuerza que antes, de poder ayudar, y dar a conocer sus enseñanzas a las personas y de poder seguir comprendiendo todo lo que Master nos dejó.
Si Master, Gracias Master, por todo tu tiempo dedicado en cuerpo y Alma..
Gracias, gracias, gracias, y gracias por tus palabras.
La promesa del Master CHOA KOK SUI
Así como me acuerdo…. Nací en una familia rica. No tenía que esforzarme mucho.
in embargo, en mi juventud, mantuve mi fe en un deseo. Que algún día, tocaría muchas vidas y satisfaría sus más escondidos anhelos.
Que ellos podrían ser más grandiosos que ellos mismos.
Que algún día, tendría que buscarlos en muchas subidas y lugares. Tendría que viajar. Esto, lo predijeron mis primeros mentores, que iba a ser un maestro con el deseo de enseñar.
Que cruzaría las longitudes y amplitudes de muchas tierras sólo para compartir. Aunque, temprano en mi vida he estudiado para prepararme, pude haber sido un niño ordinario que jugara con juguetes.
En cambio… Caminé hacia los corazones de mis mentores quienes me prepararían para cumplir con los anhelos de mis futuros amigos, estudiantes y discípulos.
Pude haber jugado con arena en la playa y con juguetes de madera. Hice muy poco de eso.
En cambio…Toqué los libros y busque en ellos la sabiduría de lo viejo. Extraje las enseñanzas antiguas en los secretos del espíritu para poder aprender a manejar la sabiduría escondida de la vida.
En vez de los juegos en la calle y las caminatas en las playas con mis amigos de niñez, me senté y espere la guía de mis tutores, para aprender la naturaleza de la energía, que en el futuro me permitiría tocar otras almas.
Aprendí a sanar tempranamente. Yo practiqué. Crecí y más adulto me dedique aún más. Mis lecturas se convirtieron más profundas.
Me senté en meditación. Recé e invoque. Tuve esperanza y le suplique a Dios, le implore a mis Maestros internos para que me entrenaran más profundamente. Leí más y experimente.
Perseveré y medite más y más.
El Señor me ha bendecido con prosperidad y talento en los negocios. Habría podido perseguir al dinero. Habría podido permanecer en la casa manteniéndome en la compañía de la mujer y los niños ella tuvo.
Pero no lo hice. En cambio, hice de mi cuerpo un templo de alquimia encubierta.
Estudié acerca de la energía y como transforma la vida ordinaria en grandeza. Hice que el fuego en mí se quemara, hasta que se convirtió en una gran flama.
Yo era una mariposa dispuesta a quemarse para tener maestría en el fuego del Kundalini. Pude haber escogido ser un hombre ordinario.
Pero quise prepararme, para que cuando te encontrara, y así poder compartir contigo la promesa que hicimos mucho antes de que nacieras, cuando el tiempo no se había movido. Cuando tu y yo estábamos juntos en UNA Luz.
Prometí que te traería a la Luz más Grande. Que tus manos, así como las mías traerían vida y alegría a otros. Que tu tocar, quitará dolores y sufrimientos así como lo hace mi tocar.
Que tú pudieras elevar a otros, de la misma manera en que yo elevo a otros hacia el amor de la Unidad. Prometí que tus sombras quitaran la oscuridad, así como mi luz ha quitado la oscuridad en la que tú te envolviste antes.
Que tú te convirtieras en alguien especial a los ojos de muchos, un líder de hombres y mujeres donde quiera que estés.
Esto Yo lo Prometo. Creare un camino para ti, lleno de luz, unido con Amor, fusionado con poder. Que tu te sientas bien internamente. En lo que te habrías dado cuenta entonces:
Que somos ambos Hijos e Hijas de lo Más Alto.
Om Shanti, Shanti Om.
Grandmaster Choa Kok Sui – La Promesa –